domingo, 2 de marzo de 2003

Vieja Europa, joven América


Como esta página hay que escribirla con un par de semanas de antelación, es posible que, cuando se publique, los Estados Unidos de América se encuentren en plena tarea de salvar la civilización occidental con el apoyo palanganero de España, la pérfida Albión y otros guitarristas finos, incluidos los que se hacen los estrechos al principio para quedar bien, luego se suben al carro, y al final parece que estuvieron ahí toda la vida; mientras las marmotas de plantilla quedan -quedamos- como putas baratas. En cualquier caso, con o sin guerra, la carta manifiesto que acabo de recibir seguirá teniendo vigencia. Así que la transcribo tal cual. La firman algunos nombres que, pese a no salir en Gran Hermano ni en Crónicas Marcianas, también tienen su puntito:

«Nosotros, los abajo firmantes, vieja Europa ante la vigorosa y joven Norteamérica, tenemos la certeza de que este decrépito y caduco continente orillado al Mediterráneo, donde durante treinta siglos se hicieron con inteligencia y con sangre los derechos y libertades del hombre, sigue en la obligación de ser referencia moral del mundo. Por desgracia, tal y como está el patio, eso es imposible. Las venerables ideas que forjaron al hombre moderno se han vuelto un obstáculo para la libre circulación del dinero y el comercio. Los listos lo advierten, y se espabilan: Al diablo las ideas: mejor ser rabo espantamoscas de león que cabeza de ratón. Europa ya no es más que un asilo de ancianos egoístas e insolidarios, incapaz de ofrecer alternativas ante una Norteamérica poderosa, paranoica, autista y arrogante en su ignorancia, convertida, sin oposición, en paradigma irrevocable de la lúgubre juventud que se avecina. Así que hemos decidido quedarnos al margen de toda esta mierda, refugiados en nuestras bibliotecas, en nuestros museos y en nuestras viejas piedras (Recibimos de lunes a domingo, veinticuatro horas al día, sin cita previa). Les deseamos a todos ustedes un feliz siglo XXI. Y que lo disfruten como merecen.

Firman: Homero (rapsoda), Arrigo Beyle (milanés), Platón (filósofo de anchas espaldas), Beethoven (músico), Herodoto (historiador), Bernini (arquitecto), Jorge Manrique (huérfano), Sófocles (dramaturgo), Virgilio (poeta), Vivaldi (profesor de música), Tofiño (cartógrafo), Séneca (preceptor), Leonardo (inventor), Aristóteles (filósofo), Diego Velázquez (aposentador real), Avempace (filósofo más bien solitario), Juan (evangelista apocaliptico), Baltasar Gracián (jesuita), Averroes (moro aristotélico), Sócrates (preceptor), Diderot (enciclopedista), Verdi (músico), Darwin (naturalista), Abentofail (médico), Goethe (olímpico), Eurípides (escritor), Alfonso X (rey con inquietudes), Plutarco (biógrafo), Shakespeare (dramaturgo), Pascal (matemático), Petrarca (poeta), Ramón Llull (artista magno), Eratóstenes (sabio), Abén Ezra (neplatónico), Ibn Jaldún (historiador), Luis de Góngora (garitero), René Descartes (dualista), Baruch Spinoza (monista), Miguel de Cervantes (soldado), Bellini (veneciano), Horacio (poeta), Voltaire (filósofo), Haendel (compositor), Francisco de Goya (pintor sordo), Vasari (arquitecto), Euclides (matemático): Ausias March (poeta), Moratín (exiliado), Galileo Galilei (astrónomo), Marco Aurelio (emperador culto), Jenofonte (mercenario), Gibbon (historiador), Jorge Juan (marino), Fidias (escultor), Saint-Simon (aristócrata), Erasmo de Rotterdam (humanista), Lope de Vega (pecador), Schubert (compositor), Antonio de Nebrija (gramático), Suetonio (historiador), Alberto Durero (grabador), Schopenhauer (filósofo), Antonio Stradivarius (violero), Miguel Servet (carbonilla suiza), Bartolomé de la Casas (fraile escrupuloso), Maimónides (guía de indecisos), Francisco de Quevedo (espadachín), Soren Kierkegaard (existencialista), Nicolás Maquiavelo (maquiavélico), Rembrandt (pintor), Thomas Malthus (perspicaz), Gustavo Doré (dibujante), Mozart (niño prodigio), Charles Louis de Secondat (ilustrado), Luis de Camoens (poeta), Fiodor Mijailovich (novelista), Moliére (actor), Joseph Perónides (maestro de gramática), Martín Lutero (ex cura), Rodin escultor), Dickens (novelista), Tiziano (pintor), Sebastián de Covarrubias (lexicógrafo), Vincen Van Gogh (suicida), Sem Tob (poeta), Tocqueville (politólogo), Ramón Muntaner (almogávar), Nietzsche (pensador), Tolomeo (geógrafo), Tomás Moro (utópico), León Tolstoi (novelista), Bernal Díaz de tillo (conquistador), Robert Louis Stevenson (tísico), Cayo Salustio (historiador), Montaigne (ensayista), Tácito (historiador), Dante Alighieri (poeta), Giordano Bruno (hereje), Benvenuto Cellini (orfrebe con arcabuz), Enrique Schliemann (troyano), Paul Cezanne (pintor), Ludovico Ariosto (poeta), Palladio (arquitecto), Miguel Angel Buonarotti (artista gay), Cayo Valerio Catulo (poeta)...».

2 de marzo de 2003

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