domingo, 5 de agosto de 2018

Pizzámide Cuatro Keops

He escrito alguna vez que hay cosas que te reconcilian con el mundo en el que vives. Y son muchas. A ver quién soporta, si no, la que está cayendo y la que va a caer. Así que hoy quiero compartir con ustedes uno de esos analgésicos. Nada tiene mío, pues pertenece por derecho propio a los alumnos, chicos y chicas de 11 a 12 años, que el curso pasado hicieron 6º de Primaria en el colegio Rufino Blanco de Madrid. Y se debe a su profesor de lengua, que se llama Jesús Huertas y que, a principios de curso, para familiarizarlos con los diccionarios y las definiciones, tuvo la estupenda idea de que sus alumnos hicieran lo que llamó Díccese: un diccionario ilustrado a base de definiciones propias. Lamento no poder incluir las ilustraciones aquí, porque son magníficas, ni todos los ingeniosos resultados, pero sí algunos de ellos. Lo que demuestra, una vez más, que mientras haya buenos maestros capaces de estimular la inteligencia de sus alumnos seguirá habiendo esperanza. 

Pala delta: díccese del deporte extremo que se practica con una herramienta de jardín. 

Camarrón de la Isla: díccese del cantante flamenco adicto al ron. 

Móbil Dick: díccese del teléfono que usan las ballenas para comunicarse entre ellas. 

Antonio Manchado: díccese del poeta que por su ímpetu en la escritura siempre acaba sucio de tinta. 

Regordimiento: díccese de cuando has comido demasiado y te arrepientes al subir a la báscula. 

Pedito caliente: díccese del último perrito caliente que te comerías. 

La Dama y el Nauseabundo: díccese de la película sobre una hermosa perrita y un perro que da náuseas. 

Las meninas del rey Salomón: díccese de las doncellas del famoso rey de África. 

Arthur Coñac Doble: díccese del escritor que por no matar a Sherlock Holmes se tuvo que refugiar en el licor. 

El Llavero Solitario: díccese del llavero que llevan los cowboys para no perder las llaves del rancho cuando están totalmente solos. 

Vacabunda: díccese del mamífero que vive en la calle. 

Julio Verde: díccese del escritor francés principalmente conocido por su inmadurez. 

Limón-hada: díccese del cítrico al que le gusta conceder deseos. 

El Recorte Inglés: díccese del nombre con el que se conoce el Brexit en España. 

Logopedo: díccese del psicólogo que te ayuda a expulsar gases. 

Dora la Explotadora: díccese de la estrella de la televisión que maltrata a sus amigos. 

Truco de Mafia: díccese del acto criminal que realiza un mago. 

Raperro: díccese del can que sabe rimar y ladrar con mucho estilo. 

Helado Oscuro: díccese del helado abducido al lado oscuro de la fuerza. 

Barbiería: díccese del sitio donde van nuestras muñecas a depilarse. 

Matamáticas: díccese de la asignatura que se estudia en los colegios de asesinos.  

Campeste: díccese de la persona que vive en la naturaleza y no se ducha porque no tiene mamá. 

Ostragodo: díccese del molusco que invadía Italia peleando por su patria. 

Berengenio: díccese del fruto de color morado no comestible por su mal carácter. 

Aguasiestas: díccese de quien te despierta a las horas más inoportunas. 

Buenas viboraciones: díccese de lo que siente la víbora cuando va a morder a alguien. 

El perro de Basketville: díccese de la mascota de origen inglés de un equipo de la NBA. 

Pitrufo: díccese del hombrecito azul al que la trufa se le sube a la cabeza. 

Mosquiteros: díccese de los mosquitos que luchan por la paz de la ciudad. 

Azupena: díccese de la flor que siempre está triste. 

Maní-pulador: díccese del fruto seco de origen argentino que controla o manipula los actos de la gente. 

Caperucita Coja: díccese del personaje al que el lobo ha devorado una pierna. 

La vuelta al mundo con 80 tías: díccese del viaje que se hace con 80 hermanas de tus padres. 

Pizzámide Cuatro Keops: díccese de la pizza favorita de Marco Antonio y Cleopatra. 

5 de agosto de 2018

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo soy alumna del profesor que inventó este juego y he de admitir que me lo paso e grande pensando en nuevos significados para nuevas palabras. Le doy las gracias a Jesús Huertas por todo.
Martina F.G.